Ginecología es la especialidad con más demandas por supuestas negligencias

Ginecología es la especialidad con más demandas por supuestas negligencias

MURCIA. La mayor parte de las denuncias de pacientes por presuntas prácticas irregulares y negligencias sanitarias, están relacionados con el embarazo y el parto, en un porcentaje que, en España, alcanza el 12% de las demandas, según informó ayer el coordinador de la Unidad de Medicina Materno Fetal de La Arrixaca, Juan Luis Delgado.

El ginecólogo comunicó estos datos en las Jornadas de Encuentro entre Jueces y Sanitarios de la Región, que se celebraron ayer en la Ciudad Sanitaria y que reunió a magistrados, abogados y médicos para abordar temas comunes.

Delgado explicó que “las demandas en ginecología se producen por fallos en el diagnóstico de malformaciones y problemas durante el parto” y especificó que entre las semanas 18 y 22 de gestación, se diagnostican el 55% de las malformaciones, mientras que a partir de las 22 semanas, este porcentaje es del 74%.

Delgado lamentó que “existe un mito y es que se cree que todo se puede diagnosticar y existen razones para que una ecografía no permita un diagnóstico, como la piel de la madre”.

En cuanto al parto, Delgado indicó que “la razón de tanta demanda, es que las personas no aceptan la adversidad cuando una madre y un niño que va a nacer están, en principio, sanos”.

El doctor aclaró que “cuando algo que parece sano acaba mal, se tiende a desconfiar del médico y pensar que se ha producido una negligencia”.
Asimismo, el médico insistió en que “los casos de que un parto normal salga mal son excepcionales y en La Arrixaca se producen entre uno o dos al año, que, con el gran número de partos que asiste el hospital, es una cifra muy pequeña”.

Durante su intervención, el ginecólogo también trató sobre la importancia de que los partos se lleven a cabo “en los hospitales, aunque lo más humanizados posible, es decir, que se compatibilice el parto natural con no perder de vista la salud de la madre y el feto”.

Delgado afirmó que “el plazo para abortar fijado en las 22 semanas provoca que los padres aceleren las pruebas para comprobar los problemas del feto y decidir si siguen con el embarazo o no”. Así, indicó que “un bebé se ve mejor a las 24 semanas”, frente a las 22 con las que se aborta en ocasiones, sin esperar a comprobar la evolución del feto, que podría llevar una vida normal con tratamiento.

Por otra parte, las jornadas que pusieron de manifiesto la relación entre Justicia y Sanidad, abordaron la ética asistencial, con la conclusión de “que es necesario formar más a los sanitarios en el sufrimiento y en técnicas de comunicación y relación con los pacientes, sobre todo en fase terminal o de muerte avanzada, e introducir en los colegios que la muerte es algo natural, así como no obligar al médico a provocar la muerte del paciente”, como expresó Juan José Valverde, presidente del Comité de Ética Asistencial de La Arrixaca. Manuel Sánchez Solís, abordó la problemática del consentimiento para llevar a cabo prácticas sanitarias en niños, ya que “no se entiende la autonomía del niño, y es difícil.

Por su parte, el jefe de Pediatría de la Ciudad Sanitaria, determinar hasta dónde su vida depende de los padres, que complican la relación médico-paciente, sobre todo en menores de mayor edad”.

Fuente: http://www.elfaro.es/noticia.asp?ref=124321